La Ruta 40 bordea los Andes desde la Puna hasta los Glaciares del sur. Se inicia en la costa patagónica rumbo al oeste, y cuando se encuentra con las montañas —en 28 de Noviembre, suroeste de Santa Cruz— toma rumbo norte, para pegarse a la Cordillera de los Andes y no abandonarla más. Va desde Cabo Vírgenes, en el sur de todo, hasta La Quiaca, en Jujuy. Trepa desde el nivel del mar hasta los 4.895 metros de altura —en Abra del Acay, Salta—, atraviesa 236 puentes, cruza 18 ríos importantes, bordea 13 grandes lagos y salares, da acceso a 20 reservas y parques nacionales, y conecta con 27 pasos cordilleranos. En su sinuoso trayecto, une once provincias de tres regiones del país: Santa Cruz, Chubut, Río Negro y Neuquén en la Patagonia; Mendoza, San Juan y La Rioja en Cuyo; y Catamarca, Tucumán, Salta y Jujuy en el Noroeste. La ruta da acceso a cinco de los nueve patrimonios de la humanidad de la Argentina: pasa a 70 km de la Quebrada de Humahuaca; a 50 de Ischigualasto y a 70 de Talampaya; a 50 de la Cueva de las Manos y a 100 del Parque Nacional Los Glaciares. Además, permite llegar a 132 de las 135 bodegas argentinas abiertas al turismo en la Ruta del Vino, desde Chubut hasta Salta. Y en sus márgenes hay más de 60 localidades; desde pequeños poblados de pocas casas hasta grandes ciudades como Mendoza, Salta o Neuquén. Es mítica por muchas razones, por las soledades que atraviesa, por los picos andinos que custodian su espalda, como centinelas y también porque su trazado se corresponde, en cada uno de los sectores, con antiquísimas rutas indias, sabios ancestros que conocían todos y cada uno de los microclimas donde estaban sus aguadas, germen de los pueblos y ciudades de hoy. Su mayor atractivo está en su fabulosa diversidad de paisajes, historias y culturas.
Es hermoso tanto este con los dos que publicaste después. Te felicito.
ResponderEliminarGracias Bea !!
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